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¿QUÉ FUE DE LOS BRITANIA?

 

 

Parte I: Colegio Ildefonso Calderón - Ex Britania Cordillera

“Para mí esto era un buen negocio...”
Manuel Hidalgo Pérez
(La Nación, 1 de septiembre)

El Britania “cuchillera”. El de dos alumnos muertos, uno en sus dependencias por un ajuste de cuentas, el otro a manos de neonazis en Franklin, y un funcionario ahorcado. Uno de los más grandes de Puente Alto (más de 1500 alumnos), y a la vez de los con más bajo rendimiento. Todo esto y mucho más le ofrecía el ex Colegio Britania Cordillera de Puente Alto, uno de los cinco establecimientos que terminó de administrar como sostenedor Manuel Hidalgo Pérez, antes de ser vetado de por vida para ejercer ese cargo debido a sus fraudes y malversaciones. Recordar los delitos de este sujeto no viene al caso; más bien, conviene preguntarse: ¿qué fue del Britania Cordillera post Hidalgo? Una pregunta de no menor importancia cuando el problema de la gestión privada de la educación pública, se reduce a eso; a la gestión.

Una venta, al menos, sospechosa

 

El 2006 fue el destape de la olla para los colegios de Hidalgo. En el marco de las movilizaciones pingüinas, los apoderados del Britania de Renca se lo tomaron por llevar 20 días sin servicios básicos. Esto impulsó a la comunidad del Cordillera a hacer lo mismo, en un efecto dominó que incluyo también al de La Florida. Así, hacia agosto, el Mineduc pide la cabeza del prófugo sostenedor Manuel Hidalgo.

Durante septiembre, el Cordillera quedó a la deriva. Aún no se designaba un interventor por parte de la Provincial y el colegio tenía fecha de remate para octubre. Y mientras alumnos, apoderados y profesores presionaban en todos los frentes por sacarlo a flote, no sabían que su destino ya estaba decidido. Montados en sus “Meches” y emperifollados con sus caros ternos, Los Navegantes llegaron a puerto para quedarse con su botín.

Ese es el nombre de la Sociedad Educacional Limitada que, un día antes del remate, adquirió el Britania Cordillera, a sazón de la Secretaría Regional del Mineduc. La venta nunca fue informada a la comunidad escolar sino hasta su materialización; sólo sospechaban de ella por la presencia de estos extraños personajes inspeccionando el establecimiento. Y no se trata de cualquier comprador: son los Hormazábal Calderón, uno de los grandes sostenedores de colegios subvencionados y férreo competidor de la emperatriz del negocio, Filomena Narváez. Sus 22 establecimientos los avalan.

Marco Antonio, uno de los cuatro socios de Los Navegantes, se hizo cargo del Britania Cordillera prometiendo sanear al maltraído colegio, inyectar recursos y cambiar su imagen, ganándose a muchos apoderados. Pero el Sindicato de Profesores pronto tuvo que dar –y ganar- su primera batalla, debido a que los nuevos dueños no se querían hacer cargo de sus deudas (de AFP, AFC y cuotas sindicales) previas al 1 de septiembre.

Limpiando la casa

Finalizado el año escolar, Los Navegantes toman el toro por las astas. No sólo cambiarían el uniforme y el nombre del colegio (poleras y falditas escocesas para los alumnos del ahora Ildefonso Calderón), sino que limpiarían la casa más profundamente: se notificó en diciembre el despido de 26 profesores, todos sindicalizados, sin pago de deudas; se revocó la matrícula a más de 300 estudiantes conflictivos; y se determinó, para el 2007, la condicionalidad para todo el alumnado.¿Un nuevo sostenedor solucionaba los abusos del anterior?

El despido fue “el premio” por ser parte del sindicato, ironiza su directiva. El presidente, Leonel Lara, recuerda que el mismo Marco Antonio Hormazábal reconoció que la decisión fue “al ojímetro”, aplicando las “necesidades de la empresa”. En rigor, habría sido el director, Fernando Soto, quien, sin criterios formales, habría recomendado los despidos, siendo apoyado por Hormazábal. Y eso que el mismo Soto les dijo a los profesores, en su cara: “a mí no me gustan los sindicatos”.

El pan sigue caliente

 

Más sorpresas llegarían para el presente año. Como había sido prometido, Hormazábal inició las faenas de reparación del colegio a la brevedad. Pero no sólo era para contar una infraestructura digna; el Ildefonso Calderón postulaba a Jornada Escolar Completa y el jugoso cheque de subvención que conlleva, por lo que debía ampliar y mejorar su inmueble. Para ello, contaban con una ayuda inesperada por parte de la Seremi, quienes les dieron un permiso especial para funcionar bajo la JEC sin los requisitos mínimos hasta el pasado 30 de abril, aun por sobre el decreto 548 (que especifica la infraestructura con que debe contar el establecimiento), que lo prohibe.

El mismo permiso se extendió luego hasta el 15 de mayo, pero finalmente, el colegio no cumplió y perdió la JEC. Los mismos profesores ya lo sabían. Edgar Cáceres, tesorero del sindicato, nos mostró los pilares derruidos, el casino provisorio con hoyos en el techo y los baños indignos. Un colegio pequeño para 1.300 alumnos de 8 de la mañana a 6 de la tarde.

Los indicios de irregularidades suman y siguen. No serán estafas y robos descarados como en la época de Hidalgo, pero igualmente el ex Britania Cordillera sigue presa de un sostenedor poderoso con muchos santos en la corte del Mineduc. Los profesores se mantienen alertas; están seguros que no llegan más allá de fin de año, pero no abandonan su cruzada por desenmascarar a los protagonistas tras este negocio en que se ha convertido la educación. Tras años de estar allí, lo que los mueve, finalmente, es el amor por el colegio y sus alumnos, sea cual sea su nombre, sea cual sea su dueño.
Continuará …

 

El rol de Traverso

Alejandro Traverso es el actual Seremi Metropolitano de Educación, cargo que mantiene desde la administración Lagos. Los profesores y apoderados del ex Britania Cordillera le tienen sangre en el ojo: ya le pidieron su renuncia el año pasado por la oscura venta del colegio, y siguen atentos sus pasos. Para ellos, es más que evidente que tiene un estrecho vínculo con Los Navegantes, en tanto no sólo no intervino oportunamente el colegio (Hidalgo declaró en su momento que el Mineduc no quería intervenir porque “saben que les sale caro”), sino que dio las facilidades para su venta y luego habría permitido alargar el plazo para la postulación a la JEC. Pero además, tendría cercanía incluso con el propio Hidalgo, quien estuvo a punto de recibir, el 2004, 900 millones de pesos para la JEC, aún cuando registraba irregularidades desde 1998; a último minuto, y gracias a la presión de los profesores, esa plata se congeló por parte de Traverso, aunque ahora Leonel Lara, el actual presidente del sindicato, se pregunta: ¿dónde quedó esa plata?


 

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