Editorial

Este año 2007 comenzó agitado en el mundo educativo, el anuncio de la Presidenta en primer plano sobre los cambios que el Ejecutivo estaría haciendo a la LOCE lleva la mayoría de la atención, sin embargo en segundo plano se mantienen las represalias contra los estudiantes movilizados en el Colegio Carolina Llona (ver reportaje en este mismo boletín), la increíble situación de un estudiante, representante estudiantil de los institutos profesionales al Consejo Asesor Presidencial suspendido de sus estudios por problemas económicos y la compleja discusión sobre la Ley de Subvención Preferencial, que se debate entre ser un auténtico mecanismo de equidad o una herramienta que profundizaría aún más el carácter neoliberal del Sistema Educativo Chileno.

Subvención Escolar Preferencial: Un proyecto sin consenso

Patricio López
Jenny Assaél
Opech

El jueves 14 de marzo la Comisión de Educación del Senado agregó un nuevo capítulo al intrincado debate que ha tenido el trámite de la ley de subvención escolar preferencial: aprobó en general la iniciativa que cumple su segundo trámite en la Cámara Alta,  pero, al mismo tiempo, manifestó su voluntad de introducirle indicaciones. De este modo, sigue la incertidumbre respecto al carácter final que tendrá  este proyecto de ley, ya  que persisten las discrepancias entre  senadores y también con el Gobierno.

El paradigma del Carolina Llona Reportaje especial Opech

No podía ser de otra forma. Cuando el 12 de diciembre de 2006, la Corte de Apelaciones revocó la expulsión de 16 alumnos del colegio Carolina Llona de Maipú, reivindicando su derecho a toma, parecía que los pingüinos sumaban su gran victoria judicial. Pero el 30 de enero pasado, la Corte Suprema revocó el fallo, sentando un precedente nefasto: un reglamento interno está por sobre el derecho a la movilización. Los alumnos y sus padres, no obstante, siguen en pie, dando curso a uno de los casos de represalias más paradigmáticos a partir de la revolución secundaria.

Mundo social y estudiantes secundarios: o como el poder popular  se vuelve un fluido incontenible hacia el bicentenario de Chile.

 José Santis Cáceres, profesor de Historia y Ciencias Sociales.
Colaborador Opech

Los estudiantes secundarios chilenos de la generación del 2000 demostraron con sus movilizaciones que la unión hace la fuerza. Ningún movimiento social dentro de esta época de gobiernos concertacionistas había logrado remecer con tal eficacia la estructura de decisiones del conglomerado. Las características de la organización estudiantil y el peso histórico de sus demandas consiguieron hablarle a un país dormido, abyecto de sus futuras generaciones, ensimismado en un continuismo latero dispuesto para celebrar un bicentenario con énfasis en el envoltorio pero no en el contenido.